Mi madre hace Pilates

Mi madre hace pilates

 

Me llamo Tania. Voy al colegio y estoy estudiando Primaria. En el cole hago deporte: un poco de baloncesto, aprendo a jugar al fútbol, corro… Bueno, hago atletismo 😉 También voy a la piscina municipal, ya estoy en el grupo “delfines” ¡E incluso he comenzado a utilizar los sticks de hockey!

Mi hermano Pol juega a baloncesto y este año está aprendiendo a jugar al tenis. Mi padre también juega; un día a la semana hace clase con un profesor para mejorar y parecerse a Rafa Nadal. Además va al gimnasio, donde corre en una cinta y pedalea en una bicicleta (él dice que “hace Spinning”).

Todos hacemos ejercicio físico porque es muy importante para la salud. Mi madre también claro, pero ella dice que hace “Pilates”.

Pilates… ¿Qué será eso? No hay competiciones de Pilates, no sale en la tele… ¡Pero en las revistas sí que aparece mucha gente famosa que practica Pilates!¡Y mi hermano Pol me ha dicho que hasta los jugadores del Fútbol Club Barcelona lo practican a diario durante sus entrenamientos!

Le he pedido a mi madre que me explique qué es eso del Pilates y ella me ha respondido que “es como el cuento de los tres cerditos”. Suena un poco raro, pero os cuento lo que me ha explicado y a lo mejor así me entendéis mejor 😀

Si recordáis el cuento de los tres cerditos, éstos eran tres hermanos que un día marcharon de casa para empezar a vivir por su cuenta.

El hermano más pequeño era muy vago, tan vago que cuando le tocó construir su casa, no se esforzó mucho y la hizo de cañas y paja, con lo que únicamente le costó dos días hacerlo.

Al segundo hermano le gustaba un poquito más trabajar y decidió hacer su casa de madera. Tardó una semana en acabarla, eso sí, pero al menos era una casa capaz de resistir una tormenta.

El hermano mayor era el más trabajador de los tres y decidió hacer su casa de ladrillo. Le costó tiempo y sacrificio porque era un trabajo muy duro, pero consiguió tener una casa resistente a los días de crudo invierno.

Según mi madre, la casa de los cerditos es como nuestro cuerpo: hay que trabajarlo, hay que hacerlo resistente y fuerte contra el paso de los años y de los problemas que vengan desde el exterior.

“En 10 sesiones NOTARÁS la diferencia, en 20 VERÁS la diferencia y en 30 tu cuerpo HABRÁ CAMBIADO POR COMPLETO”
-Joseph Hubertus Pilates-

Cuando llegó el invierno los cerditos se cobijaron en sus casas.

El hermano pequeño pasaba frio, y la lluvia y el viento fueron poco a poco llevándose las cañas y la paja, dejándola casi sin paredes.

La casa del hermano mediano parece que aguantaba mejor, pero como era de madera no podía encender fuego para calentarse los días de más frio.

En cambio, el hermano mayor vivía cómodamente porque las paredes de su casa le protegían del mal tiempo; y como además había construido una gran chimenea, podía hacer fuego en los días de mucho frío.

Si practicas Pilates trabajarás la musculatura del cuerpo desde dentro, construyendo una base fuerte y resistente que te permitirá aguantar las fuerzas externas, el trabajo que realices y mejorar tus propias defensas.

El invierno fue avanzando y de las montañas bajó un lobo buscando alimento. Casi llegó a comerse al primer cerdito, pues con un solo bufido voló su frágil casa. Asustado, el cerdito pequeño corrió a guarecerse en la casa de su hermano mediano, pero el lobo prendió fuego a la casa con una cerilla y tuvieron que huir los dos. Lograron llegar a la casa de su hermano mayor, contra la que el lobo no pudo hacer nada: no la pudo derribar ni quemar, porque era una casa con una estructura muy sólida.

Así es el Pilates, es un ejercicio físico al que, para obtener sus grandes beneficios, hay que dedicar horas de esfuerzo trabajando el “Powerhouse” (que es como denominan muchos profesores al centro de nuestro cuerpo), la respiración y la estabilidad del cuerpo.

Ya he entendido que es el Pilates, y a partir de ahora, cuando mi madre me diga que va a su clase diaria, recordaré todo el esfuerzo que invierte en construir un cuerpo más fuerte para cuidarse y cuidarnos a nosotros ¡Cuando sea un poco más mayor yo también iré a clase con mi madre! 🙂

Artículo escrito por Elena Fernández Barbadillo (Coordinadora Técnica de Dona10 Pilates & Yoga) y adaptado por Sonia Arz Sola.

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