¿Reposo, fisioterapia o ejercicio? ¿Qué es lo más indicado para el dolor de espalda?

El dolor de espalda es una de las dolencias más comunes que encontramos actualmente en la sociedad. Suele aparecer tras realizar de forma repetitiva y continuada tareas de esfuerzo, mantener posturas que sobrecargan toda la musculatura vertebral (el cuerpo humano está hecho para moverse, las posiciones estáticas no le gustan); a lo que tenemos que sumar la ansiedad, el estrés emocional y la depresión, ya que son factores que también pueden influir en el dolor de espalda. El dolor lumbar es la primera causa de baja laboral y el dolor cervical la siguiente, aunque este segundo es más recurrente. Las mujeres sufren más de dolor cervical que los hombres, la posible explicación es que las mujeres tienen menor masa muscular en la zona cervical y las vértebras son más pequeñas.

En general el dolor de espalda mejora puede mejorar con fisioterapia y con ejercicio físico adecuado. El reposo y los fármacos son paliativos que mitigan el dolor, la inflamación y que en momentos agudos tienen un por qué pero que tomados de manera continua reducen nuestra calidad de vida.

FISIOTERAPIA (TRATAMIENTO MANUAL)

Cuando tenemos dolor crónico empezar a movernos «cuesta» y es aquí donde el tratamiento de fisioterapia (terapia manual) es quizá más efectivo. Las sesiones en cabina en las que el principal objetivo es reducir el dolor con diferentes medios puede ser una buena opción para romper ese círculo en el que la molestia te impide moverte y como no te mueves todavía creas más restricciones y bloqueos. Es importante recordar que cuando hay segmentos de nuestro cuerpo que se bloquean habrá otras zonas que tengan que compensar esa falta de movilidad volviéndose hipermóviles y poco estables, se pierde el equilibrio.

También es interesante trabajar los posibles bloqueos de manera local para luego poder realizar ejercicio sobre un cuerpo más reequilibrado.

EJERCICIO FÍSICO (PILATES)

En la actualidad el PILATES se ha convertido en el ejercicio físico más recomendado por los médicos y fisioterapeutas tanto para prevenir el dolor de espalda, como para mejorarlo.

El PILATES es una actividad de baja impacto y con una intensidad variable según el nivel del practicante, los ejercicios se pueden modificar según las necesidades de la persona, es importante recordar que el alumno no se adapta a los ejercicios si no al revés, hay que adaptar los movimientos de acuerdo al objetivo principal de la persona que asiste a la clase.

Los principios básicos de Pilates están íntimamente ligados a una buena postura, una columna vertebral bien alineada, un trabajo desde nuestro centro o CORE, desde las capas musculares profundas a la musculatura superficial, un orden correcto en la ejecución de los movimientos (timing muscular) consiguiendo de esta manera un control del movimiento correcto que nos evite el dolor y hay que añadir la parte emocional, el ejercicio genera endorfinas, da bienestar.

Cuando tenemos dolor el cuerpo tiende a proteger las estructuras dañadas trabajando de forma brusca y poco precisa, gastando mucha energía incluso para movimientos simples, como hemos dicho anteriormente hay una rigidez en la zona que debe ser compensada por otros segmentos. Son caminos u opciones que tomamos de forma inconsciente para poder continuar con nuestras actividades diarias, el objetivo es movernos, no importa a veces el cómo.

La combinación de Fisioterapia y Pilates es ideal para empezar a moverse y cambiar hábitos posturales. Es lo que se conoce como Pilates Terapéutico.

De todos modos, en salud no hay recetas,…2 + 2 no es igual a 4 siempre; valoras, tratas y vuelves a valorar… unas veces funciona a la primera otras a la segunda, otras tendremos que cambiar el tratamiento; pero recuerda: El movimiento es vida!! Muévete de manera inteligente y vivirás mejor.

Algunas evidencias científicas​:​

  • Tras consultar varios artículos científicos (Altan et al.,2009) encontramos que se obtiene unos resultados favorables con los pacientes que practican PILATES, ya que llegan a reducir de forma significativa la duración, intensidad, frecuencia del dolor, además de mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida.
  • En otros estudios científicos (Caldwell et al., 2009; Emery et al., 2010; Jonson et al.; 2007) se encuentran mejoras significativas en fuerza, equilibrio, y también en la capacidad funcional.
  • Se encuentran también mejoras en el trabajo muscular del transverso del abdomen y de la estabilidad abdomino-pélvica (Herrington y Davies 2005).
  • El método Pilates se utiliza como herramienta para cambiar los patrones alterados de movimiento con éxito (Curnow D., Cobbin D, et al., 2009)

Artículo escrito por Elena Fernandez y Mireya Micó, fisioterapeutas del equipo de dona10 Pilates & Yoga

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