Imprint o neutro – segunda parte

Como ya dijimos en nuestra anterior entrada del blog sobre imprint o neutro, la posición “neutral” de la columna es aquella que respeta las curvas fisiológicas de la misma. Es también el intervalo en el que mejor se encuentran las articulaciones, donde trabaja la musculatura estabilizadora de forma óptima, donde se genera un rango de movimiento correcto y además hay una buena transferencia de cargas.

No sólo en pilates, si no en cualquier otra clase de ejercicio físico, se intentan realizar los movimientos conservando la lordosis de nuestra zona lumbar, la curva que le corresponde a esa zona de la columna vertebral. El problema con el que nos encontramos es que a veces ciertos ejercicios suponen un reto muy grande para el alumno y se pierde la postura correcta poniendo en riesgo de lesión las estructuras del cuerpo.

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Por ejemplo, el ejercicio “Hundred” de Pilates: Nuestr@ alumn@ tiene que estar tumbado sobre su espalda (decúbito supino) con las piernas en posición “tablero” y una flexión torácica. Si la persona que lo está realizando no tiene suficiente fuerza en su CORE observaremos que poco a poco su lordosis lumbar aumenta considerablemente, los flexores de la cadera ganan la batalla y arrastran la columna lumbar. O por el contrario, puede ser que lleve sus lumbares contra el suelo y podamos observar como su zona torácica y cervical se agarrota y compensa la falta de fuerza de los estabilizadores.

Para evitar estos problemas y en ciertas patologías de espalda usamos la posición IMPRINT.
Las malas posiciones, patrones de movimiento incorrectos o un mal uso de nuestro cuerpo, provocan la disfunción de los estabilizadores y en su lugar usamos otros músculos cuya principal tarea es generar movimiento y no estabilizar.

Si en neutro teníamos el pubis y las dos EIAS (espinas ilíacas antero superiores) en el mismo plano ahora, con la posición IMPRINT nuestro pubis quedará un poco más alto. El movimiento lo generaran nuestros músculos oblicuos, músculos estabilizadores globales, la siguiente capa de nuestro “corsé abdominal”. Reclutando estos músculos además de los estabilizadores de la posición neutra, sumamos fuerzas para contrarrestar el peso de las piernas y poder proteger las articulaciones. Pero tenemos que tener cuidado porque la idea es alargar esa zona, no apretarla contra la colchoneta. Por lo tanto la imagen que debemos tener es de suavidad, “acercando dulcemente las EIAS hacia las últimas costillas”, como dice nuestra IT de Stott Pilates Patricia Hernández. Otra imagen que a lo mejor os puede servir es pensar en el cabello, si tienes rizos y te alisas el pelo, ¿verdad que se alarga?, pues esta posición es lo mismo, la zona lumbar crece, se estira, hay que evitar la compresión de las vértebras y la compresión de las vísceras abdominales, la palabra clave ALARGAR.

Otro fallo muy corriente es contraer los glúteos para generar este movimiento, vigilar porque esto no es correcto. Si se activan los glúteos se produce una retroversión pélvica, sí que veremos las lumbares pegadas en el suelo pero sin activación de la cincha abdominal.

Hay un orden de activación muscular que no debemos de saltarnos porque si no se pierde esa protección de la zona lumbar, primero los estabilizadores profundos, luego los estabilizadores globales y luego los movilizadores.

Siempre que podamos, usaremos la posición NEUTRA de nuestra columna lumbar; pero si no tenemos suficiente fuerza pasaremos a IMPRINT, normalmente cuando nuestras dos piernas están en el aire, si somos principiantes y en caso de ciertas patologías tal como indicamos al principio.

 

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Artículo escrito por Elena Fernández, técnica y fisioterapeuta de dona10.

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