En clase muchas veces los profesores hablamos de la FASCIA. Al finalizar algunas clases os pedimos realizar un masaje miofascial con el rulo o foam roller que tanto nos gusta; pero ¿qué es la FASCIA?

Hasta hace unos años definíamos la fascia como el tejido blanquinoso que envolvía los músculos del cuerpo, una capa que sólo servía para separar músculos y que se podía retirar sin darle mucha importancia. Esto ha cambiado según han avanzado las investigaciones.

Hoy podemos considerar la fascia como una parte viva y fundamental de nuestro cuerpo. Es un tejido formado por colágeno, elastina, diferentes células entre ellas los miofibroblastos, agua y con muchos receptores y terminaciones nerviosas, es más que un recubrimiento. Es una red tridimensional que se encuentra en todo el cuerpo, es una telaraña que transmite las fuerzas y tiene gran capacidad de contraerse.

La fascia juega un importante papel en el mantenimiento y función de nuestro cuerpo ya que como hemos dicho rodea y une todas las estructuras corporales (piel, vasos sanguíneos, músculos, vísceras, huesos…). Se ve afectada de muchas maneras, no sólo a nivel físico como las lesiones, traumatismos, cicatrices o inflamaciones, sino también a nivel emocional. Muchos dolores se asocian a la rigidez que puede contraer este tejido.

Los especialistas en estudiar y trabajar este tejido son los osteópatas y fisioterapeutas, pero el mundo de la actividad física ha tenido en cuenta estos nuevos estudios y busca maneras de trabajar mejorando el estado de dicho tejido y sobre todo sin dañarlo.

¿COMO ES MEJOR ENTRENAR PARA MEJORAR Y PROTEGER EL TEJIDO FASCIAL?

La evidencia nos enseña que para entrenar la fascia es necesario variar movimientos, intensidades, cargas y tiempos. Entrenar siempre el músculo de la misma manera sin tener en cuenta las zonas y tejidos adyacentes es todo lo contrario a la vida real que siempre nos presenta retos diferentes. El ejercicio físico nos debería preparar para las actividades de la vida diaria:

  • Movimientos diferentes, cambiar los vectores de fuerza. Quizá la mejor manera de verlo es como un movimiento adaptativo, que se adapta al entorno: correr, saltar, trepar…
  • Empezar desde el centro, el movimiento debería empezar en la parte central y permitir que continúe a lo largo del cuerpo, hasta las zonas más distales.
  • Movimientos amplios, que impliquen todo el cuerpo, en el que trabajen las extremidades.
  • Cambiar el ritmo del ejercicio, como en un baile, seguir tiempos variados lo que ayudará a que las diferentes estructuras ganen elasticidad y fuerza.
  • Es importante recordar que si queremos llegar a los planos más profundos se necesita una presión ligera en la carga. Aplicado a nuestras clases de pilates, podríamos hablar de trabajar con pequeños rebotes y algunos movimientos en espiral.
  • Aunque parezca contradictorio, no es interesante hacer estiramientos mantenidos, mejor hacerlos con suaves rebotes.
  • El mantenimiento a lo largo del tiempo de la misma posición compacta del tejido. Muévete!

Notas

Para los que tengáis más interés recomiendo un vídeo de poco más de 2 minutos de Ibai López:
https://www.youtube.com/watch?v=nM9CwKpP3Ps
Tom Myers, autor de Anatomy Trains, se pregunta si realmente podemos hablar en el cuerpo humano de 600 músculos o quizá deberíamos hablar de sólo un músculo en 600 paquetes fasciales.

Artículo escrito por Elena Fernandez, fisioterapeuta del equipo técnico de dona10.

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