¿Sabías que la práctica de Yoga también puede ser beneficiosa para combatir el estrés?

Pues así es, “actuar” sobre nuestro cuerpo (en este caso practicando Yoga) puede ser una de las mejores formas de lidiar con los múltiples problemas mentales y/o emocionales que lleva aparejados el estrés, pudiendo conseguirlo a través de la ejecución de las asanas y de la respiración:

Como sabemos, el estrés suele tener impacto en nuestro cuerpo en forma de tensión muscular y rigidez, algo que puede cambiar a la hora de concentrarnos en ejecutar una asana y luego sostener esa misma postura: Está demostrado que desde ese momento el cuerpo comienza a cambiar de un estado de excitación y tensión a otro de calma y relajación.

Ejecutar varias posturas a lo largo de una clase de Yoga requiere tres fases diferentes:

La repetición constante de estas tres fases nos conducirá a un estado de relajación “global” de la misma manera que lo hace un masaje o una técnica de relajación muscular más progresiva.

La práctica de Yoga también se fundamenta en la atención consciente hacia la respiración, lo que de por sí ya produce un estado mental meditativo y relajante.

Así mismo, respirar durante la ejecución de una asana también disminuirá la respuesta del cerebro a cualquier “amenaza” provocada por el estrés. El cuerpo dejará de liberar adrenalina, ácidos grasos y azúcar en el torrente sanguíneo para potenciar la energía cerebral, muscular y motora, con lo cual se multiplicará el efecto de relajación.

Artículo escrito por Sonia Arz Sola

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