Cualquier práctica deportiva va a traernos beneficios interesantes si somos constantes. De hecho, sólo te recomiendo que te animes a hacer ejercicio si te comprometes contigo mism@ a ser constante, puesto que hacer ejercicio de manera esporádica puede traerte más riesgos que beneficios.
Dicho esto, la práctica regular del método Pilates te aportará unos beneficios añadidos que no te aportarán otras modalidades de actividad física: Si practicas Pilates con regularidad vas a iniciar un camino diferente, vas a aprender a trabajar tu cuerpo de manera inteligente, experimentarás un cambio en tu postura, en tus movimientos diarios y en tu conciencia corporal.
Ahora bien, has de ser más perseverante, ya que el método Pilates demanda más tiempo de adaptación y aprendizaje. Es posible que tardes un tiempo en notar los resultados, puesto que no desde el primer día conseguirás moverte con fluidez, activar la musculatura necesaria, ejecutar los ejercicios con precisión, y acompañar la respiración como es debido.
Pero te puedo asegurar que esta constancia te será recompensada. Cuando lleves unos meses de práctica, verás que tu cuerpo cada vez se mueve mejor, con más eficacia, con más resistencia… Y eso te permitirá avanzar en niveles de dificultad e intensidad, consiguiendo una progresión segura sin realizar grandes sobreesfuerzos.
Lógicamente, cuanto más inactiv@ hayas estado en los últimos años, más tardarás en transformarte, pero también dependerá de la facilidad de conexión cuerpo-mente que tengas. Hay personas que coordinan bien y tienen una buena conciencia corporal, y aunque lleven tiempo sedentarias, son capaces de aprender, entender e interiorizar los ejercicios y la técnica con facilidad.
Ser constante en la práctica de Pilates te aportará todos estos beneficios:
El método gira en torno al trabajo del centro del cuerpo (zona del Core), algo que tiene unos beneficios directos en la musculatura profunda del cuerpo, aquella que sostiene y da fuerza a nuestra columna vertebral.
Un Core fuerte implica mejorar aspectos como tener una buena postura durante los movimientos en tu vida diaria, aguantar más horas de pie sin cansancio, mejorar el equilibrio en diferentes situaciones, andar de una manera más eficiente, fluida y natural; trasladar y levantar objetos más pesados con menos esfuerzos o ser capaz de sostener actividades repetidas durante más tiempo.
Las sesiones de Pilates pretenden que cada persona cuando finalice su entrenamiento salga con una sensación diferente a la que ha entrado, cuerpo trabajado, más relajado, con menos tensiones y por tanto con mucha mejor actitud en general.
Artículo escrito por María José Cañas, Instructora de Pilates en dona10
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